Solía llegar al parque y caminar durante un rato. Respiraba hondo, congraciándose con la naturaleza, iniciando un paseo que se prolongaba tanto como ocupado fuese aquel su banco preferido, lugar electo donde asentar los reales el tiempo adecuado donde consumir tranquilidad, tibieza vespertina y algún aroma gratamente evocador. Llegó, al fin, al recién abandonado banco,... Leer más →
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