Dos cafés

Una o dos veces por semana dos cafés, uno solo, otro con leche, les daba a dos personas un momento para, después de meses coincidiendo, saludarse y cruzar unas palabras. En muy raras ocasiones, y por poco tiempo, quedan a solas en aquel lugar donde acontece otro diálogo discreto, callado, tenso, a un ajeno y suspicaz observador de sus miradas. O eso es lo que al menos le pasaba a él, otrora tímido y esquivo que deseaba, a pesar de todo, volver a verla al día siguiente y escuchar su voz mirándole a los ojos y llenarse tanto con tan poco. Quien no le conociese le diría enamorado, e incierto, le respondería él si en algo le afectase y, para ella, respeto.

Imagen tomada de Pinterest
Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: