De puntillas

Se quitó las gafas, cerró sus cansados ojos y doloridos que, con la palma de sus manos, masajeó. Necesitaba estirarse, ponerse en pie. Dio tres pasos a su izquierda y alzó los brazos alcanzando de puntillas la fría barra de hierro pintada de gris oscuro de una pérgola de la que se quedó suspenso. Enormes eran las nubes atravesadas, entre sus rasgaduras, por rayos de un sol intenso que apenas si mitigaba el frío que sentía con las fuertes rachas de viento que le obligaba a abrigarse si aún quería aguantar hasta el ocaso. Al cabo de no mucho tiempo soltó sus manos enrojecidas. Observaba la fuerza del viento sobre unos distantes y viejos álamos blancos, presión, se dijo, y preguntó ¿haría falta llamar o bastaría con un mensaje por el asunto de las fotografías?

Imagen tomada de Pinterest

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: