Con los ojos cerrados

Desorientado, busca un pitillo que no encuentra. Ya no fumo, recuerda, y camina lento y torpe hasta la ventana. Se da un respiro, aunque le cansa estar de pie. Se apoya en el cristal. Mira sin ver. Su respiración se ralentiza, calma, como el latido de su corazón que, se acerca y aleja y vuelve... Leer más →

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: