El prisionero

Qué áspera esta sábana, pensó, buscándola a sus pies. Amanecía y sintió frío y fastidio. Un rato más, se dijo, y permaneció inmóvil, con los ojos cerrados, hecho un ovillo. Volvió a dormirse. López, oyó, ¡López! Un forcejeo, una mano, voces y un portazo con el que se incorporó y abrió, como ventanas sus, aún... Leer más →

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