En letras verdes (III)

Nadie con quien hablar ahora, ni más tarde. Este el precio, se decía, como buscando consolarse, pareciéndole desorbitado, a veces, por una soledad buscada en los comienzos, necesitada tanto tiempo, y ya arraigada, e impuesta al fin, o eso creía, por una creciente intolerancia aprendida con los años que, sin embargo, no oscurecía su mirada,... Leer más →

En letras verdes (II)

… ¿qué haces sentado en la escalera?, le preguntó ella, te pedí que entraras, encontrarás tus cosas en el cuarto del fondo pero, pasa, por favor, hablemos, hace ya meses que… no oyó más, ya se encontraba dentro intentando avanzar por un pasillo lleno de agitación, alcohol y gritos, solo quería acabar y supo lo... Leer más →

En letras verdes (I)

Subía los escalones con desgana, o con cansancio, hasta el segundo piso porque encontró que el ascensor vestía un intratable parapeto refugiando en su interior a dos obreros que demoran con mayor o igual desgana, o cansancio, sus reformas, revisiones, sus reparaciones. Hoy le evitaron el cadalso, pensó, casi al final de la escalera. Llegó,... Leer más →

La visita

Hoy encontró por fin el sueño, el profundo, el que le fusionaba con la cama, hoy, que parecía más amante él, que una pesada carga que con ayuda de sus contracturas y preocupaciones le obligaba, su cama, casi a diario, a levantarse lleno de dolores, lleno de frustración, irritado. Hoy, sorprendido y satisfecho y descansado,... Leer más →

Hora de siesta

Cortar el césped, eso me dijo hoy que, por la tarde, pasadas las cinco de la tarde, matizó, que es lo que hay que respetar en la comunidad, ya sabes, la hora de la siesta, aunque por el calor yo esperaría algo más, hasta las seis y media, o iete, tal vez después de un... Leer más →

El muro de arizónicas

Sí, suele pasarme que no sé cómo contarte, cómo explicarte hasta lo más sencillo. Pienso es si por culpa de un tumor, o de una tara, o de una enorme exigencia, o por mi manera de complicarlo todo tanto. Solo quería bañarme, nada más, en la piscina. Hacía mucho calor, mucho, y apenas una brisa... Leer más →

La partida

Hemos hablado hasta llegar a coincidir en el silencio prolongado, denso e incómodo, pero no decidimos levantarnos y acabar. Volver atrás es imposible. Avanzamos cruzando líneas de no retorno sin darnos cuenta, generalmente. Las que nos duelen, nos afectan, nos obligan enfrentados a dilemas, dudas, decidir tomar uno de dos, o más, caminos sabiéndonos equivocados,... Leer más →

Usurpador

Vuelvo a levantarme con dolores (¿y quién es dolores?), sonrío, me pongo en pie y alcanzo la ropa que me visto mientras miro a través de la ventana, preguntándome si miras tú también en este instante, y siento el frío que esta mañana temprana, la primera de agosto, en casa, en la mía y no... Leer más →

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: