Hemos hablado hasta llegar a coincidir en el silencio prolongado, denso e incómodo, pero no decidimos levantarnos y acabar. Volver atrás es imposible. Avanzamos cruzando líneas de no retorno sin darnos cuenta, generalmente. Las que nos duelen, nos afectan, nos obligan enfrentados a dilemas, dudas, decidir tomar uno de dos, o más, caminos sabiéndonos equivocados, aunque esto suceda un poco más allá de todo inicio, cuando ya no hay vuelta atrás, cuando no te lo puedes permitir y acabas aceptando, asumiendo. Ya no tenemos nada que decir, no queda tiempo, ni dudas, ni qué hay que decidir, hemos llegado a la renuncia, al abandono, nos tienen que ayudar poniendo fin al tiempo, la partida…

Que texto más lúgubre, triste, lleno de desesperanza. Espero que solo sea un texto.
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Imagina una partida de ajedrez ¿es posible?
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No
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Bueno, breve y concisa y rotunda, es, entonces, lo que esperas, solo un texto.
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Es imposible imaginar en ese texto una partida de ajedrez, juego mucho, y nunca he llegado ha pensar nada de eso.
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