Cortar el césped, eso me dijo hoy que, por la tarde, pasadas las cinco de la tarde, matizó, que es lo que hay que respetar en la comunidad, ya sabes, la hora de la siesta, aunque por el calor yo esperaría algo más, hasta las seis y media, o iete, tal vez después de un breve baño en la piscina para aliviar algo de este calor que da esperarte bajo la pérgola, intentando no dormirme leyendo relatos o escribiendo breves tonterías y todo, o solo esto de escribir, por llamarme aquella vez, aburrido. Cortar el césped, leer, bañarme, escribir ¿o era esperarte, bañarme, cortar el césped, leer…?, casi es la hora, sí, de cortar el césped y hace calor y se levanta un violento viento y sin miedo a faltar al respeto ya gritan, ríen y se lanzan al agua patos aquellos que, mientras yo intentaba no dormirme leyendo algún relato, se abandonaron en brazos de Morfeo.
