Su turno termina a las dos. Cinco minutos después llega a su casa. Celebran su premura porque ya está sobre la mesa la comida. Una conversación ligera mientras comen y la televisión no atrapa la atención de nadie. Todo normal o bien o alguna broma o chiste o contratiempo en el trabajo que se olvida cuando él se levanta a por el pan o siente que ¿por qué no, después de tanto tiempo?, una copita de vino y de nuevo alguna broma o el silencio o la televisión con que llegaron, con las noticias, a los postres y la serie, novela le corrigen, la película, dice, mirando de soslayo, y novela le vuelven a decir y añaden un agudo puntapié, risas, una mueca, burlas y el silencio porque algo, en ese instante crucial, ese momento, la música delata y todo queda en nada, al fin.

Muy bella e interesante manera de narrar una escena cotidiana
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Me satisface, y agradezco, tus palabras.
Saludos, Franco.
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Gracias…
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