Llegué arriba y me paré en el último escalón. Era temprano. Eran las siete de la tarde. Pensé que, mientras subía, sería suficiente, me bastaría hasta el anochecer para acabar alguno de mis textos. No lo sabía, pero me equivocaba, nada puede pasar como lo esperas o, no sé, quizá sí lo supiera y algo... Leer más →
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