El rescate

Necesitaba expulsar el frío de mi cuerpo. No esperaba que una tarde que se prometía soleada, sin apenas transición, se tornara casi violenta, húmeda, gélida y no encontraba nada más a mano e inmediato que una cafetería y, quizá, pedirte mi rescate que hasta ese momento, el de mi duda por llamarte, he logrado evitar... Leer más →

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: