No sé cómo volver

Abrí la puerta del salón. Vi el fuego de la chimenea y alguien sentado en una silla. No me asusté. Sabía que aún tenías la llave de mi casa y era posible verte alguna vez así, ahí, sin avisar, a oscuras, pasando tardes, y silencios, pues además tampoco hablabas nada, o casi nada solo te limitabas a observar las llamas arrebujándote con una gruesa manta. ¿Qué debía hacer yo?, ya no tenía nada claro, temía, más bien, tu reacción, ya no te conocía apenas, te distanciaste, pusiste tiempo, tierra, silencio entre los dos, pero aún volvías por el fuego. Todo muy extraño para mí que amo lo extraño, pero que a veces no sé por dónde ir para encontrarte. Anochece, me decidí a decirte. Ninguna respuesta. Cerré la puerta al entrar en un salón frío por esa oscuridad y por no haber ni un solo mueble, solo paredes, esa chimenea, unas cortinas, tú y yo. Me acerqué a las puertas del balcón. Llovía. Oí caer un leño. No sé cómo volver, dijiste, no encuentro el modo y me giré, no estabas, pero aún podíamos sentir el fuego.

Un comentario sobre “No sé cómo volver

Agrega el tuyo

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: