Eres tan despistada

Te vi bajar hasta la orilla. El tiempo aquí es clemente y no necesitabas abrigarte mucho, tú, que eres tan friolera. Ya te avisé de mi llegada. No has querido esperarme, ni dejarme una nota, tampoco llevas encima tu teléfono para contarte que al fin estoy aquí. Qué cabeza la tuya, tan despistada, a veces.... Leer más →

No sé cómo volver

Abrí la puerta del salón. Vi el fuego de la chimenea y alguien sentado en una silla. No me asusté. Sabía que aún tenías la llave de mi casa y era posible verte alguna vez así, ahí, sin avisar, a oscuras, pasando tardes, y silencios, pues además tampoco hablabas nada, o casi nada solo te... Leer más →

Un taxi amarillo

Miro una cristalera, no sé durante cuanto tiempo, y solo veo pasar un taxi amarillo hacia donde me encuentro sentado, de espaldas a la carretera, tomando, en la terraza de un bar, una cerveza. No hay nada más cuando me doy cuenta, cuando ese momento hipnótico se desvanece por la débil luz del sol y... Leer más →

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